Entrevista con un joven de Ballester que acaba de sacar su primer fanzine "Estrella Fugaz". No se trata de cualquier cómic, ya que su protagonista es un superhéroe argentino criado en las calles de Villa Ballester. Te invitamos a que te sumerjas en el mundo de su creador, Leandro Franchino.
¿Qué nos podés contar sobre el argumento?
Estrella Fugaz, en su forma civil, es un trabajador de clase media baja, que quiere acabar con el crimen, a pesar de sus luchas internas. Me parece interesante para el público, ya que el protagonista trata de lograr lo que se busca en todo el país, pero que a simple vista no existe por más que los medios te la quieran pintar de otra manera: La lucha contra la inseguridad y sus consecuencias; eso con lo que la gente se enfrenta día a día; el miedo a no salir ni volver tarde de sus casas, el miedo a esperar el colectivo en una zona desértica, el apretón de manos que le damos a nuestro celular cuando escuchamos el ruido de una moto que se acerca, la terrible preocupación de unos padres por su hija que no llega a casa a horario por el hecho de la trata, asesinato y violación de mujeres.
Estrella Fugaz simplemente quiere construir un lugar donde todos nos podamos sentir a salvo y que la sensación de que alguien nos está cuidando esté latente en la mente y el corazón de todas las personas.
¿Qué tipo de superhéroe es?
A diferencia de los que uno ve en los cómics internacionales, aquellos valientes y temerarios héroes que arriesgan su vida en cada batalla, Estrella Fugaz es una persona que vive la realidad en la que vivimos y, por ende, lo hace tener mucho miedo siempre en cada enfrentamiento. Él sabe que tiene poderes para afrontar la situación, pero no puede evitar que le tiemblen las piernas a la hora de luchar, ya que sabe que la vida real no es como la leemos en las historietas. Tiene un corazón con un deseo de justicia tan grande que hace vaya al frente pase lo que pase y luche por el bien de las personas que lo rodean, aunque a veces no se sienta capaz de hacer las cosas. Un poco del ser humano que vemos actualmente jajaja.
¿Cómo lo describirías?
Es un tipo humilde, con mucho sentido del humor, que siempre mete un chiste para romper la tensión, aunque las cosas le vayan mal. Siempre le ve el lado bueno a las cosas. Es muy miedoso; justamente por eso no le gustan los problemas ni la violencia. Usa la palabra antes que la fuerza. No soporta las injusticias, muy argentino puteador, distraído y colgado. Cree que todos podemos cambiar si nos lo proponemos. Pasó de ser un simple trabajador al que muchos pisoteaban a la misma persona solo que con un disfraz y habilidades sobrehumanas. Todo un reto, ¿no?
¿Cómo surgió la idea?
Siempre quise crear un superhéroe debido a mi fanatismo por ellos; va más allá de una simple moda o un "¡wow, quiero volar y tener poderes!" Admiro a los superhéroes por lo que transmiten; te hacen sentir que siempre se puede estar mejor, te enseñan a ser una mejor persona, a no rendirte por más que la situación te lo muestre como necesario, a levantarte por muy fuerte que te golpee la vida y, sobre todo, nos muestran que hay una esperanza para el mundo.
Desde los 6 años hasta los 21 tenía inventado un superhéroe totalmente distinto. Se llamaba Súper Inodoro (ninguno de sus poderes era asqueroso jajaja). Cuatro años después, sin volver a dibujar, vi una serie de diez temporadas llamada Smallville, que relata la historia de Superman en su adolescencia hasta su adultez. No sé qué me provocó esa serie, pero me inspiró a volver a mi primer amor, el cual era crear mi propio superhéroe.
Quería crear un héroe original, distinto a todos los demás, lo que era difícil, ya que todas las ideas estaban agotadas. Puse todo de mí para elaborar algo realista, pero con su toque de ficción: los superpoderes. Fue así que hice un resumen de todo lo que me había pasado a mí a lo largo de mi vida, la situación actual del país, con un toque de humor, otro poco de drama, más acción y volqué todo en el molde de Estrella Fugaz. Se puede decir que tiene mucho de mi persona. Villa Ballester es un lugar hermoso en el que viviría por siempre y no quiero que lo arruinen todas esas desgracias que vive no sólo esta localidad, sino también el país. Ya es hora de que alguien ponga un alto o, al menos, lo intente. Yo inventé este héroe para que la gente sepa que hay alguien que quiere que todas
estas injusticias se acaben y paguen. Quiero que mis cómics sean el
cable a tierra para muchos que quieren escapar de la realidad. Soy
alguien que cree que juntos podemos hacer lo que hace Estrella Fugaz
(sin superpoderes). Si nos levantamos como pueblo, podemos lograr tener esa
sensación de que todo está bien y que si alguien quiere meterse con uno
de nosotros la va a pagar muy caro. Confío en el ser humano. El crimen
no duerme y la Justicia no conoce el sueño.
¿Cuál es la estética que predomina en el fanzine?
Trato de darle mi estilo, pero en formato de cómic, con tintes oscuros, pero a que el dibujo sea en color o en blanco y negro. Posee algunas páginas a color, las cuales marcan situaciones específicas de la historia; las demás aparecen en blanco y negro. Los próximos tomos que edite tendrán un minipóster con una imagen full color. La decisión de hacerlo en blanco y negro es una preferencia personal a nivel estético. Me gusta hacer el dibujo de la manera tradicional, con lápiz, hojas y tinta; una vez terminado, lo escaneo y lo pinto en digital con Photoshop.
Si tuvieras que escuchar una música mientras leés el fanzine, ¿cuál es el tema que recomendarías y por qué?
"Mi corazón encantado" y "Hello, Hello", de Adrián Barba. También
"Hero", de Nickelback. Van geniales, en sus diferentes estilos, con lo
que quiero transmitir. Las canciones de Adrián Barba van de de la mano
con la esperanza y los sueños de la gente. El tema de Nickelback lo
expresa en un fragmento: "Dicen que un héroe puede salvarnos, yo no me
voy a quedar aquí sentado esperando".
¿A qué público puede interesarle la lectura?
Desde adolescentes hasta adultos, ya que plantea temas que conoce la gente grande, pero también tiene cosas que los jóvenes viven todos los días, como el bullying. Eso es algo que recién en esta época se le puso nombre, ya que en la mía se la denominaba como "cosas de chicos". Según mi parecer los jóvenes también necesitan alguien que les transmita esa necesidad de no dejarse pisotear por nadie y que les dé confianza para ser mejores día a día. En relación con los adultos, se hace hincanpié no solo en el drama de hoy, sino también hay elementos que permiten aflojar con humor y chistes, lo que hace que el lector no caiga en una sola emoción al entrar en contacto con el cómic. Además, existen toques picantes, no subidos de tono, con algunos clichés, que harán sacar más de una sonrisa.
¿Cuándo comenzó tu fascinación por el dibujo?
Dibujo desde los 4 años. Empecé dibujando justamente a un superhéroe del cual fui fanático hasta los 8 años: Batman. Vengo de una familia de artistas. Mi abuelo era artista plástico, logró dedicarse a la pintura y vivir de ello: vendiendo sus cuadros, exponiendo y formando personas que también querían dedicarse a la pintura. Mi papá dibuja, hace y pinta duendes, pero no se dedica de lleno, lo tiene como hobby; en tanto mi tía hace artesanías.
Siempre que iba de mi abuelo me sentaba a su lado en el patio para verlo pintar. Me regalaba muchas de sus cosas, pero yo era un desastre, ya que no sabía cuidar nada. Después crecí y dibujaba por hobby hasta que en un momento dejé de hacerlo. Un día me puse a leer "The amazing Spiderman" y fue el empujoncito para que volviese a agarrar los lápices. Luego vino la serie "Smallville", que desencadenó que fuera a tomar clases con un profesor, Juan Pablo Wansidler, quien enseña en Villa Ballester, gran mentor y persona. Fue así que descubrí que el dibujo es algo que amé sin darme cuenta y jamás tendría que haber dejado de hacer.
Quiero ese comic yaaaa.
ResponderEliminar¡Qué bueno que te interese! Creo que vamos a sortear un ejemplar.
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