
A partir de aquel momento cada vez que terminaba con un libro dibujaba las escenas de la historia que seguían titilando en mi cabeza. De esta manera, comencé a narrar con imágenes.
Mi comportamiento de chico era deplorable y mi mamá me tenía en jaque, manejaba el escobillón con igual destreza que un Jedi a su sable láser. "¡Te voy a encerrar en un orfanato y vas a salir cuando tengas una barba por las rodillas!" se la escuchaba gritar regularmente desde el patio de mi abuela. "¡Cuando me muera y vengas a visitar mi tumba, voy a sacar la mano y no te voy a soltar!"

Me gusta enseñar arte. Desde chico leer es mi pasión y crear, mi vida. La historieta me acompañó siempre, y el género de terror es mi hábitat.
Tuve que franquear varias barreras psicológicas e internas antes de poder enviar esta historia. Meses de terapia, siete tortas de manzanas y litros de mates con peperina hicieron posible la realización de “Los muertos de Colonia Barón”.
No es fácil vivir hoy en día, y mucho menos del arte. Pero soy un obstinado y no me gusta que hagan callar a nadie y menos a mí, que tengo tantas historias por contar.
Mi familia es mi tesoro, soy un tipo afortunado, la vida y mi postura de “sex-simbol” puso a mi lado a una hermosa y maravillosa mujer, Patri es mi motivación, mi armonia y mi cable a tierra. Ambos compartimos la vida con Ailín, quien con su fuerza restaurativa nos cura y disipa toda bruma que impida ver nuestros objetivos.
Enseñar arte es muy gratificante, siempre que se respete y desarrolle el “estilo nato” que trae cada alumno. Ver a un niño o a un adulto aprendiendo a dibujar un rostro y asombrarse por lo que hizo es de un valor incalculable.
A mis alumnos les dedico esta mención, ellos me demuestran todas la semanas que la necesidad es la madre de la creatividad y que un artista no camina por un piso firme y sólido como el común, sino que se desliza en la vida como un surfista sobre las olas.

En la actualidad estoy realizando dos novelas gráficas, una con texto y la otra sólo relatada con imágenes. Stan Lee dijo: "Los cómics son los planos de una película", un sueño que me gustaría realizar y por el cual trabajo constantemente. Deseo que una idea que partió de mí algún día pueda verla en la pantalla gigante con mi balde de pochoclos.
Un dibujante de historietas antes que dibujante es escritor… y un escritor antes que ser escritor es lector.
Juan Pablo Wansidler
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