¿Cómo surgió la idea de escribir sobre las runas?
Hay varios temas de la misma raíz, de los cuales me gustaría escribir pero me decidí por el de las runas primero, ya que tenía varios borradores y anotaciones para mí. Igualmente me llevó varios meses de investigación y desarrollo.
Desde hace unos años las runas tomaron mi atención poco a poco, pero hay mucha información contradictoria, errada y hasta manipulada. Cuando uno tiene un conocimiento de la cultura de donde surgieron, es posible ir notando estos puntos o, por lo menos, lo fue en mi caso. Por lo tanto, decidí brindar, por medio del libro, mis conocimientos y punto de vista.
Por ahí podría haber escrito sobre las runas como oráculo, basándome en los conocimientos que adquirí y sobre todo en mi propia experiencia. Pero ya hay varios autores que trabajan ese tema y quería exponer que el mundo de las runas es mucho más amplio que una mera cuestión adivinatoria.
¿Qué es lo que la motivó a publicar el libro?
Pasé por varias carreras de licenciatura (casi llegué a completar Sociología), pero ninguna cumplía con mis expectativas. Finalmente, opté por seguir como artista plástica y con cursos que ya había comenzado por el 2003 y aún continuo aprendiendo.
Últimamente, quería realizar algo que me implicara un nuevo desafío y que sirviera de algo.
Si bien pintar y dibujar es una actividad gratificante, había algo que aún me faltaba. Suelo escribir artículos sobre actualidad para uno de mis blogs, otros de arte pictórico alemán para una radio local y para mi blog de arte, el cual tiene desde relatos cortos basados en las pinturas a reseñas de materiales de arte. Esta actividad en la Red tampoco me terminaba de completar, necesitaba realizar algo más complejo. Y de ahí surgió la idea de los libros.
¿Cuáles son las reacciones de las personas en relación con las runas?
Depende. Algunas se ríen; como menciono en la contratapa del libro, muchas veces por temor a lo desconocido y a que es un mundo que no se puede controlar como el material. Cada uno hace su camino en el momento adecuado. Muchas de ellas son practicantes de alguna religión, pero algo les impide cree en “algo más”.
A otras les llama la atención como algo pintoresco, les despierta cierta curiosidad; por ahí de tipo intelectual, siempre es interesante saber sobre culturas, más si son antiguas.
Sin embargo, en los últimos años ha resurgido el interés por las runas y los conocimientos ancestrales; quizás sea un grupo reducido, pero cada vez es más numeroso. Algo les atrae y comienzan a indagar.
Es importante conocer sobre símbolos y las runas son algunos de ellos. Los símbolos se utilizan constantemente; todos los días los vemos sin ver. Son conocimientos que han tratado de dejar solo para unos pocos, pero que ejercen su influencia sobre todos.
Un ejemplo que suelo dar, lo menciono en el libro, es el obelisco. Está ahí y miles de personas lo ven a diario, millones lo han visto varias veces. Pero ¿cuántas de esas personas se han preguntado para qué se gastó tanto dinero en emplazar un monumento simbólico en medio de una avenida extremadamente concurrida? Cuando pregunté de niña qué era el obelisco, no me supieron contestar; me dijeron que era una representación de uno del Antiguo Egipto. Peor aún, como niña extremamente curiosa, me había quedado pensando: “¿Y qué tiene que ver el Antiguo Egipto con Buenos Aires?” O los billetes de cualquier país; están llenos de símbolos, pero muy pocos se cuestionan qué hacen ahí. Les puedo asegurar que no están de casualidad ni puestos al azar.
¿Símbolos, cosas antiguas y sin sentido? No lo creo.
¿Cuál es su experiencia con las runas?
Sabía de su existencia antes de que El señor de los anillos llegara a mis manos, pero en ese entonces aún no ejercían ese influjo sobre mí. No puedo recordar cuándo exactamente me empezaron a llamar la atención, pero no para hacer un oráculo con ellas.
Por ahí hará una década que estuve buscando por Internet información sobre el tema y referencias de un libro para poder comprar. Finalmente, lo adquirí y realicé mi primer juego de runas. Comencé a tirarlas, aún con cierto escepticismo, pero para mi sorpresa eran efectivas, así que tenía un grupo de amigos y familiares asiduos a las tiradas de runas.
Luego pasé de la cuestión adivinatoria (para mí son más consejos que una predicción sobre los sucesos) a otro tipo de usos. Rara vez las he utilizado como talismanes, por una cuestión de concepción personal sobre los talismanes en general. Pero sí, como han visto algunos de mis conocidos, tengo a la runa Algiz pintada junto a Yggdrasil, como mural, en una de las puertas del placar de mi dormitorio a modo de protección.
¿Qué relación tienen las runas con su historia de vida?
Hoy en día me doy cuenta de que formaron parte de las primeras chispas de la búsqueda de mis orígenes, junto con otros temas. Una de esas chispas de curiosidad fue encendiendo otras.
En otros aspectos, formaron parte de la transición de mi pensamiento material y racionalista en otro más abierto, complejo, completo y en constante aprendizaje. Descubrir que todo lo que uno creía (sí, estoy tomando a ciertos aspectos de la ciencia como creencia) puede no ser así, pero con esfuerzo poder cambiar. A veces lo difícil es deshacer todo lo que uno ya había armado.
Por un lado, el tema del desafío que mencioné.
La curiosidad siempre es importante para mí. “Hazte preguntas y encontrarás respuestas”.
El método, para una correcta investigación y estructuración del libro.
Las sagas formaron parte de los orígenes de mi curiosidad y son parte de elementos mencionados casi por casualidad que me dieron puntos de partida de cómo interpretar correctamente.
El interés por la historia en general me brindó herramientas para el contexto.
Mi intención de aportar mi granito de arena para acercar a las personas a conocimientos que se creían perdidos, el retorno al origen.
Por ahí, sobre todo, sigue siendo parte de esa búsqueda y reencuentro conmigo misma.
¿La imagen de tapa fue especialmente diseñada para el libro?
Sí, fue especialmente pensada, pintada en acuarela y diseñada para el libro. Como artista plástica me dedico más a la acuarela, aunque no únicamente, así que me parecía más adecuado realizarla con ese medio.
En la imagen encontramos al fresno Yggdrasil, el cual representa los nueve mundos para la mitología germana (más conocido, comúnmente, en la escandinava), donde Odín colgó nueve noches y nueve días en autosacrificio para que las runas le fuesen reveladas. Con un fondo de un amanecer, simbolizando el resurgir de las runas. Y las veinticuatro runas cayendo como hojas de Yggdrasil.
¿Qué sugerencias le daría al lector antes de leer el libro?
Para este libro y para cualquier otro. Siempre con pensamiento crítico y, en lo posible, poder estar abierto a nuevos conocimientos.
Hay que leerlo en orden, sin saltearse parte, algo que aclaro en el mismo libro. Está pensado para ir introduciendo poco a poco al lector en el mundo simbólico de las runas. Inclusive algunos puntos le pueden servir para otros tipos de símbolos.
¿Por qué es imprescindible la lectura de este libro?
No sé si utilizaría la palabra imprescindible, pero a varios les puede dar un empujón a observar el mundo en el que vivimos de una forma más completa.
A los que ya están interesados en runas, lo creo necesario, ya que traté de pulirlo de influencias externas y manipulaciones que suelen encontrarse muy seguido en muchos libros. Me refiero, por ejemplo, a la mezcla de las runas con símbolos de otras culturas o significados. Otra cosa distinta, para mí, es la persona particular que se pueda sentir atraída por tarot y por las runas, y hacer algo a su necesidad y sentir, pero no exponer a otros esa versión como algo únicamente rúnico.
Las respuestas me permitieron comprender que El mundo simbólico de las runas nos abre las puertas a un conocimiento del mundo desde una mirada nueva y desafiante.
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