Calles: Independencia e Ituzaingó
Aproximadamente
hace siete años había salido a caminar con mi amiga Yamila por la zona
de Chilavert en una tarde – noche de primavera. En ese entonces no era
una persona que
creyera en fantasmas ni en nada paranormal, pero la vida me demostró
varias veces que hay más cosas entre el cielo y la tierra de lo que uno
cree o le enseñaron.
Estábamos pasando por Independencia entre Ituzaingó y Profesor Simon cuando le digo, a modo de broma, a mi amiga Yamila que
en el caserón, actualmente abandonado y tapado por enredaderas: “Ahí
deben haber ocultado muertos”. Después de unas risas y un “reto
amistoso” de mi amiga seguimos nuestro recorrido por el barrio.
Ya
había oscurecido cuando retornábamos hacia la casa de ella; recuerdo la
luna entre los árboles, pero aún había un leve resplandor anaranjado.
Pasamos por la reja de ese caserón nuevamente, pero ninguna hizo mención
alguna sobre “los muertos”, ya que nos estábamos riendo de algo que ya no recuerdo.
Llegando
a la esquina de Independencia e Ituzaingó sentí que alguien me agarraba
del brazo derecho desde atrás con algo de fuerza pero sin hacer daño.
Me di vuelta para ver quién era o necesitaba… No había nadie.
Me
quedé un poco sorprendida pensando en que no había sido mi imaginación y
milésimas de segundos después, por el rabillo del ojo izquierdo, noté
un destello de una leve luz que asumí que era el foco de un auto lejano o
algo así.
Entonces
dejé de mirar hacia atrás y me vuelvo hacia Yamila, quien estaba dura y
blanca mirándome fijo. La observé extrañada y me soltó: “Vi un brazo”,
señalando el lado de la calle hacia nosotras, como impidiendo el paso.
Recordé el destello de luz y le pregunté: “¿Era medio luminoso pero de
color beige, más o menos a la altura de nuestros brazos?” Casi no me
dejó terminar la pregunta: “Sí”. Todavía paradas en ese lugar le conté
que “algo” me había tomado del brazo derecho.
No
nos quedó una mala sensación, pero aun hoy día me pregunto qué hay en
esa casa y si era un pedido de ayuda de un alma sin descanso.
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